La alarma social que están generando en las últimas décadas, las altas cifras de
siniestralidad en el tráfico, reflejando un número bastante elevado de muertos y heridos con lesiones graves, han propiciado unas políticas legislativas orientadas a mediar en...
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La alarma social que están generando en las últimas décadas, las altas cifras de
siniestralidad en el tráfico, reflejando un número bastante elevado de muertos y heridos con lesiones graves, han propiciado unas políticas legislativas orientadas a mediar en el control de este sector de riesgo con sucesivas reformas en la normativa administrativa como mediante la utilización del Derecho penal, ampliando progresivamente el número de delitos y endureciendo el régimen punitivo de los ya existentes, fundamentalmente en torno a tres elementos: velocidad, alcohol y conducción sin permiso.
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